viernes, 5 de diciembre de 2008

Brachiorum sinus ad complexum

Hace poco me encontré con una de las frases más bellas que he leído en los últimos tiempos. Dice Erasmo en el adagio "Dulce bellum inexpertis" ("La guerra es dulce para quienes no la han experimentado"), refiriéndose a la diferencia que "la naturaleza, o más bien Dios" ha puesto entre hombres y animales, a cómo los animales de por sí están hechos para luchar entre ellos y defenderse, mientras que el hombre tiene una naturaleza "mitem ac placidam, amoris ac benevolentiae notas prae se ferentem" ("suave y mansa, que muestra señales de amor y cariño"):

Dedit brachiorum sinus ad complexum.

Y esa es la frase. Pero traducirla al español es poco menos que imposible. La palabra "sinus" puede tener en este contexto tal multiplicidad de significados que es difícil pensar que un grande como Erasmo no lo hiciese adrede. Podría traducirse por "le dio la curvatura de los brazos para abrazar" ("la curvatura de los brazos" en contraposición a la rigidez de las extremidades de los animales), pero también por "le dio el hueco de entre los brazos para abrazar" (es decir, que entre los brazos -al curvarse- queda un hueco pensado para meter a alguien ahí dentro), pero también "le dio el regazo de entre los brazos para abrazar" y, si se me apura -aunque un poco más pillado por los pelos-, hasta "el corazón de entre los brazos".

Con sólo cinco palabras tenemos una poesía completa (aun cuando hablamos de un texto en prosa, por supuesto). Tanta intensidad en tan poco espacio...

2 comentarios:

Jesús dijo...

O sea que ser "sinuoso" es hermosamente humano. ¡Viva el sinus! Y viva tu reflexión.

Jesús dijo...

O sea que ser "sinuoso" es hermosamente humano. ¡Viva el sinus! Y viva tu reflexión.