domingo, 13 de diciembre de 2009

Sobre los humanistas


Releo no sin cierta expectación los comentarios de este blog, como quien se asoma por la ventana para ver el tiempo por las mañanas, por si hay que coger el paraguas o buscar la bufanda que siempre se pierde al fondo del armario. Humanistas, Moro, Erasmo, Valla… y nuestros hispanos Nebrija y Vives. Entonces me acerco a la estantería en la que coloco con provocación a los hombres de la baja Edad Media y a los humanistas bien juntitos unos de otros. ¡Qué grandes! Abro uno de los mejores libros que sobre el humanismo se ha escrito, el Príncipes y humanistas del sabio Antonio Fontán, maestro de latinistas, políticos y periodistas. Lo ha editado recientemente (2008) Marcial Pons. Leo al azar: “Sus amigos y colegas reconocían en Vives -como recoge él mismo con sencilla naturalidad y sin sombra de presunción- buen carácter y sentido del humor. Sabía ser, como habían dicho de sendos personajes romanos Cicerón y Quintiliano, Erasmo había aplicado a Moro, y el propio Vives repite varias veces respecto de algunos de sus contemporáneos, ‘un hombre para todas las horas” (p. 174). A Man for All Seasons titula Fred Zinnemann su impresionante película sobre Moro. Una buena definición de humanista, bien fácil de decir y muy difícil de vivir. Para todas las horas… o “a las duras y a las maduras”. ¿Cómo se puede vivir así? Tal vez habría que estar cimentado sobre roca muy firme. Y me quedo pensando.