Han concluido las II Jornadas Oxonienses de Perkeo. Ya hemos vuelto de Oxford, pero la verdad es que uno nunca acaba de volver… y parece como si una parte de nosotros mismos se hubiera quedado allí. Hemos paseado al amanecer junto al río Isis, viendo las “agujas soñadoras” de Oxford entre la bruma; hemos escuchado al coro del Christ Church, un college de donde han salido 12 primeros ministros británicos y donde Lewis Carrol impartía sus clases de Matemáticas; hemos visto el Exeter College, donde estudió Tolkien, y hemos intentado escuchar el eco de su querido Beowulf entre las medievales paredes del Merton; hemos paseado bajo las torres de All Souls college o escuchado las campanas incesantes de St Mary anunciando un nuevo amanecer; por supuesto que hemos estado en The Eagle and Child y hemos comprado algunos libros en Blackwell; por supuesto que nos hemos quedado boquiabiertos en la Divinity School y hemos considerado la posibilidad de quedarnos allí para siempre; y por supuesto que hemos hecho poderosas promesas en el Magdalen College, en aquel claustro tantas veces recorrido por C. S. Lewis. Sí, tal vez sea el lugar y la hora de soñar con aquellas palabras de Ilíada XVIII 125, que tanto gustaron a Froude y Newman: “Ahora que he regresado, veréis la diferencia”.
viernes, 21 de noviembre de 2008
II Jornadas Oxonienses
Han concluido las II Jornadas Oxonienses de Perkeo. Ya hemos vuelto de Oxford, pero la verdad es que uno nunca acaba de volver… y parece como si una parte de nosotros mismos se hubiera quedado allí. Hemos paseado al amanecer junto al río Isis, viendo las “agujas soñadoras” de Oxford entre la bruma; hemos escuchado al coro del Christ Church, un college de donde han salido 12 primeros ministros británicos y donde Lewis Carrol impartía sus clases de Matemáticas; hemos visto el Exeter College, donde estudió Tolkien, y hemos intentado escuchar el eco de su querido Beowulf entre las medievales paredes del Merton; hemos paseado bajo las torres de All Souls college o escuchado las campanas incesantes de St Mary anunciando un nuevo amanecer; por supuesto que hemos estado en The Eagle and Child y hemos comprado algunos libros en Blackwell; por supuesto que nos hemos quedado boquiabiertos en la Divinity School y hemos considerado la posibilidad de quedarnos allí para siempre; y por supuesto que hemos hecho poderosas promesas en el Magdalen College, en aquel claustro tantas veces recorrido por C. S. Lewis. Sí, tal vez sea el lugar y la hora de soñar con aquellas palabras de Ilíada XVIII 125, que tanto gustaron a Froude y Newman: “Ahora que he regresado, veréis la diferencia”.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario